La FMED puede y debe mejorar: inscripciones tardías
El miércoles pasado, leyendo el grupo de WhatsApp de la generación, veo un mensaje de una compañera preguntando algo sobre la inscripción a Patología Quirúrgica. «¿Ya abrieron las inscripciones?», me pregunté mientras entraba a la página de bedelías para anotarme. No solo habían abierto, sino que ya habían cerrado; las inscripciones normales y las «tardías».
Se me cayó el mundo. No cursar esta materia significaba perder un año (el año que viene es el internado y no se puede entrar sin tener todo aprobado). Por dos días de que se habían cerrado las inscripciones, iba a perder un año de mi vida. No tenía sentido.
Apenas abrió bedelía la mañana siguiente, estaba ahí. La persona que me atendió me dijo que haga una carta a la directora de bedelía explicando la situación para que la analice y decida qué hacer. Me dijo también que escriba en la carta por qué era tan importante para mí poder cursar; en otras palabras: que dé la mayor pena posible. No me guardé nada. Le puse, entre otras, que perder un año me iba a hacer retrasar tener hijos, cosa que es verdad, pero que nunca pensé que iba a tener que escribir en una carta (sí, pueden reírse).
En la tarde de ese día me llegó un email de bedelía citándome a una reunión el día siguiente. ¿Era para decirme en persona que era demasiado tarde para inscribirse? ¿Para rezongarme porque me había olvidado de inscribirme a tiempo? No había forma de saberlo. El mensaje no decía nada más que el lugar y la hora en donde tenía que estar.
El día siguiente, preparado para lo peor, fui a la reunión. Habían analizado mi caso y decidido dejar inscribirme a la materia si firmaba un documento de «inscripción tardía». Me volvió el alma al cuerpo. Lo firmé y terminé con el sufrimiento que había caracterizado esos últimos días de incertidumbre, y logré que Junior no se retrasara un año por problemas administrativos 😝.
Lo que me pasó no fue 100 % por boludo; bueno, en parte sí, pero también hay un tema sistémico atrás.
En sexto no te podés inscribir a todas las materias que vas a cursar antes de que empiecen las clases. La mayoría de las materias tienen un período de inscripción diferente entre sí y no tienen días en común, o sea, tenés que entrar en días distintos, separados por semanas o meses para anotarte a todas las materias de sexto. Sin ningún tipo de recordatorio.
Para sorpresa de nadie, no fui el único que se olvidó, alrededor de veinte compañeros (y contando) les pasó lo mismo. Tampoco me sorprendería que haya pasado en años anteriores y que siga pasando en el futuro.
Por suerte y hasta donde sé, todos los que se olvidaron pudieron inscribirse, pero una gran cantidad de sufrimiento podría haberse evitado haciendo algunos cambios al sistema. Después de todo, ¿qué es la medicina sino minimizar el sufrimiento humano?
Lo que propongo
Propongo tres cosas:
- Estandarizar los períodos de inscripción. Dos períodos: uno para materias del primer semestre o anuales y otro para el segundo. Así te anotás a todo lo que vas a cursar y te olvidás de las inscripciones hasta el siguiente período. Incluso con materias como Metodología Científica I, que las clases empiezan al final del segundo semestre, el período de inscripción puede abrir con el resto de materias del semestre y quedar abierto hasta que empiecen las clases de Metodología.
- Recordatorios por email. La facultad tiene nuestros emails y automatizar mandar un recordatorio cuando se abren las inscripciones es trivial de programar, además de ser extremadamente barato (AWS cobra 1 dólar por cada diez mil correos enviados, por ejemplo).
- Simplificar el proceso de inscripción tardía. El castigo tiene que adecuarse al delito. Por un simple error administrativo no puede existir la posibilidad de retrasar recibirte un año entero. No sé qué conlleva hacer una inscripción tardía, pero que agregar un nombre a una lista sea tan complicado es un signo de que el proceso puede mejorar.
Por una FMED mejor, para todos.